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Allamand: “Se debiera empoderar de verdad al ministro de Hacienda, sin el fuego amigo de la ministra Rincón”

Tal como hiciera en 2009, en el primer gobierno de la presidenta Bachelet cuando publicó “El Desalojo”, el parlamentario lanza hoy su nuevo libro “La Salida”, con una cruda mirada a la gestión de la actual administración.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Lunes 5 de septiembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Ha sido, por lejos, una de las principales figuras de la oposición en el rechazo a las emblemáticas reformas del actual gobierno, particularmente en educación y trabajo. Conocido articulador de grandes acuerdos en épocas recientes, Andrés Allamand ahora no parece encontrar interlocutor para buscar consensos. En esta entrevista con DF, el ex timonel de RN, advierte que “no voy a participar en el actual festival de candidaturas presidenciales” y evalúa la irrupción de Ricardo Lagos.

Aunque se le ve entusiasmado, su rostro se pone severo cuando analiza la gestión del actual gobierno, que lo motivó a escribir “La Salida”, que lanza hoy oficialmente, en el Salón de Honor de la sede del Congreso en Santiago.

- Usted y el diputado socialista Osvaldo Andrade trabajaron en una propuesta en materia de pensiones, ¿en qué quedó eso?

- La propuesta del seguro de longevidad surgió el año 2015 a partir de un estudio de Solange Bernstein y hay muchos que creemos que tiene indudables ventajas.

- ¿Cómo cuál?

- Permite desactivar la bomba de tiempo política que está instalada en el sistema de pensiones.

- ¿Cuál es la fórmula?

- Implica aumentar, aquí y ahora, entre un 15% y un 20% las pensiones. Porque divide la Tercera y la Cuarta Edad. La tercera va desde la edad de jubilación -65 en el caso de los hombres, 60 en el de las mujeres- a los 85 años y la Cuarta Edad de los 85 años en adelante, si se concentra el destino de los fondos capitalizados en las cuentas para un período más corto de tiempo, aumenta el valor de las pensiones y para el período que va más allá de 85 años opera la mecánica del seguro. Por lo tanto, la ventaja de la fórmula es que permite un desahogo inmediato.

- ¿Sin más recursos?

- Los que parten su vida laboral debieran destinar un 1.5%, es decir un poco más de la cuarta parte de los cinco puntos adicionales, a esta fórmula; lo que implica establecer un mecanismo de solidaridad, porque este es un seguro colectivo. Si el sistema se implementara desde ahora, todos los que partan con él si le agregan un 1.5 de los 5 puntos previstos, aumentan sustantivamente sus pensiones.

- ¿Qué pasa con quienes que están prontos a jubilar?

- Debiera también establecerse un período de transición previsional para los que, por ejemplo, se encuentran a 10, 15 o 20 años de jubilar y establecer, por un período acotado de tiempo, una cotización extra aproximadamente de 1.5 puntos más. Lo importante es el concepto: el seguro de longevidad incorpora elementos de solidaridad, produce un aumento aquí y ahora del valor de las pensiones e implica un esfuerzo por un período acotado de tiempo, para que todos aquellos que están hoy día en el sistema previsional puedan empalmar con la solución.

- La derecha de a poco se está bajando del acuerdo al que llamó la Presidenta, ¿por qué?

- Porque pasó lo de siempre, la propuesta original de la Presidenta y su convocatoria a un gran acuerdo fue como una luz al final del túnel, por fin vamos a hacer las cosas de manera distinta. Pero en materia de reforma previsional, el gobierno es la misma bolsa de gatos que es en todo.

- ¿En qué sentido?

- El conflicto entre el ministro Valdés y la ministra Rincón está desatado con más intensidad que durante la reforma laboral. De las cosas patéticas que se ve en televisión son las conferencias de prensa conjunta entre los dos. Nunca se ha visto un dúo más desafinado, no sé cómo hasta ahora Kramer no los imita. Como si esto fuera poco, el ministro del Interior resolvió crear su propia comisión con todos los partidos políticos, puedo anticipar que le va a ir regio, va a ser lo más fácil que hay poner de acuerdo al representante del PC con el de la UDI.

- ¿No cree que resulte?

- Esa comisión de Mario Fernández no tiene ningún destino y si el gobierno quiere volver a la seriedad, debiera volver al discurso de la Presidenta, empoderar de verdad al ministro de Hacienda y ponerlo a cargo del tema, sin el fuego amigo de la ministra Rincón y sin la interferencia absolutamente inútil del ministro del Interior. Debiera enviar un proyecto al Congreso y discutir sobre esa base.

- En este escenario tan pesimista, ¿hay alguna disposición de su sector para avanzar en una ley adecuatoria en materia de reforma laboral?

- Apenas se promulgó la reforma laboral quedó claro que no resolvía ningún problema. La DC y la oposición le hicimos ver al gobierno que una ley corta era la salida, pero el veto de la CUT y la propia ministra Rincón rechazaron esa propuesta. Ojalá que, en un intervalo lúcido, el gobierno entienda que la legislación laboral va a ser un aquelarre de juicios, demandas y requerimientos.

- ¿Ahora, estudiarían una ley adecuatoria?

- Nosotros tenemos redactado un completo proyecto para corregir los mayores defectos de esta legislación y proponer avances en términos de una efectiva modernización laboral. Como no están las mayorías parlamentarias para impulsarlo, lo vamos a incorporar en nuestro programa de gobierno. Pero si el Ejecutivo abre una ventana para mejorar la pésima reforma laboral, estamos dispuestos a efectuar nuestros aportes. Además, la visibilidad de los problemas en materia previsional generó que la gente se dé cuenta que el sistema previsional y el régimen laboral son las dos caras de una misma moneda, que es imposible tener un buen sistema previsional con un mal régimen laboral. Porque un régimen laboral que genera empleo y aumento de remuneraciones ayuda a que el sistema previsional funcione bien.

- ¿Cómo es posible que usted y Andrade coincidan en un mismo titular sobre la directa relación entre los sistemas laboral y previsional y difieran en la bajada?

- Muy simple, Osvaldo Andrade es el primer socialista que admite que el régimen laboral y el sistema previsional son dos caras de una misma moneda, pero cuando aterriza en las propuestas laborales, todo lo que plantea es anti generación de empleo.

La disputa "Lagos-Piñera es pelea de perros grandes"

- ¿Qué le parece esta repentina decisión del ex presidente Ricardo Lagos de anunciar ahora su candidatura presidencial?


- No es repentina, sino muy meditada. Es un paso adelante muy significativo, pero que deja en el aire dos aspectos fundamentales que deberán resolverse en las próximas semanas.


- ¿Cuáles?


- El primero es si Lagos está o no está dispuesto a competir en una primaria. Hoy, un candidato presidencial que se lanza a la cancha y que omite ese aspecto fundamental, está eludiendo una definición muy sustantiva. Aunque Lagos plantee que ha ganado y perdido elecciones, no ha definido con claridad ese aspecto. La segunda indefinición es que Lagos no ha dicho si quiere ser candidato de la Nueva Mayoría o de una nueva coalición y ese es el punto crucial para definir el futuro de su nueva candidatura.


- ¿Es relevante el tema de la coalición?


- Es fundamental, porque hoy las candidaturas presidenciales no pueden separarse de sus contenidos programáticos. En consecuencia, ¿la candidatura de Lagos es para rectificar o para profundizar lo que ha hecho hasta ahora la Nueva Mayoría?


- ¿Cómo afecta a la DC que piensa en el candidato propio el que, a estas alturas, Lagos anuncie su candidatura?


- Con las salvedades anteriores, es evidente lo que Lagos quiso hacer. Lo que objetivamente pretende el anuncio es obstaculizar el perfilamiento de una candidatura propia de la DC, es decir evitar el drenaje hacia el centro. Por lo tanto, el mayor impacto de este anuncio es directamente a la DC, es a ellos a quienes se les pone pesada la pista, porque van a tener que resolver si perfilan su identidad o simplemente se colocan bajo el paraguas de Lagos.


- ¿Ve probable que los partidos que apoyen a Lagos opten por sellar un acuerdo en vez de hacer primarias?


- No hay duda que ese es el escenario que a Lagos más le gustaría, ser ungido candidato presidencial sin primarias. Pero yo, francamente, creo que ese es un escenario que no sintoniza con el Chile de hoy. Por lo pronto, no creo que la DC fácilmente vaya a arriar sus banderas. Para la DC seguir supeditada a candidatos presidenciales de la izquierda es particularmente complejo.


- ¿De qué manera podría afectar esto a la eventual candidatura de Isabel Allende?


- Esto es un desafío directo al Partido Socialista, por eso que la definición faltante en este piscinazo político de Lagos es que se cuidó de decir si va a participar en una primaria; por lo tanto, dio un paso hacia adelante, pero dejó igualmente abierto el camino de retroceso. Pero tampoco veo hoy al PS apoyando sin más a Ricardo Lagos.


- ¿Cómo afecta este nuevo escenario a la oposición?


- Que Lagos sea candidato, sin duda, favorece la opción de Sebastián Piñera y tiende naturalmente a ordenar el escenario de la centroderecha y deja a las candidaturas puramente testimoniales en un muy mal pie. Digamos las cosas como son: Lagos-Piñera es pelea de perros grandes.

 

El decálogo previsional de Allamand

1.- El aumento de la cotización con cargo del empleador debe ir íntegramente a la cuenta individual, salvo que se destine un porcentaje (no superior al 1,5%) para implementar la fórmula de "Cuarta Edad" o "seguro de longevidad".


2.- El Estado debe hacer un esfuerzo adicional para mejorar el pilar solidario. Pero hay que elegir: o se continúa con la aberración regresiva de financiar la educación universitaria aún a las familias de altos ingresos o se mejoran las pensiones de los más vulnerables.


3.- Establecer incentivos para el ahorro, en todas sus formas, incluidos beneficios mayores para quienes postergan la edad de jubilación.


4.- Incorporar a representantes de los afiliados en los directorios aporta transparencia al sistema. Debe haber una calificación previa de los mismos para asegurar que cumplan a cabalidad con su rol legal.


5.- Hay falta clara de transparencia en las comisiones de intermediación. Es cierto que las AFP no se quedan con "ni uno" de tales comisiones... pero ¿por qué no se refleja en las cartolas?


6.- Una AFP estatal, en la medida que funcione con regulación idéntica a las privadas no debiera ser un obstáculo para el sistema. Tampoco será una panacea. Y hasta puede ayudar a su legitimación. Tampoco creo que todos vayan a correr a afiliarse a la AFP estatal.


7.- Es imperativo terminar con todo tipo de "jubilazos" propios de los sistemas de reparto y las malas prácticas que subsistan en el sistema antiguo.


8.- Mejor hablar claro: hay que subir la edad de jubilación para hombres y mujeres. En el caso de las mujeres, debe existir una compensación: Hoy existe una marcada brecha salarial que las perjudica.


9.- La cotización de los trabajadores independientes debiera ser obligatoria. Mientras más nos demoremos en hacerlo, mas serán los recursos que deberán destinarse en el pilar solidario.


10.- Hay que ver quiénes serían los ganadores y perdedores con la tabla.

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